400 días de viajes

Así volaron 88 millardos
400 días de viajes
Laureano Márquez

Nadie vuela más que Hugo Chávez. Ni Bush, ni Blair, tampoco Zapatero. Menos Lula y menos también Álvaro Uribe. El Presidente venezolano es un jet. Siempre listo para coger pista y partir.

Desde 1999, ha viajado 102 veces y visitado 58 países.

Cuba, Brasil, Estados Unidos (¡quién lo diría!) son sus destinos preferidos. Ha tocado a los grandes hombres, y mujeres, de su tiempo: en Beijing y en Londres. Se mueve igual en Yakarta que en Buenos Aires. Desayuna en Madrid y cena con Putin en Moscú. Es un Miranda redivivo.

Es Bolívar pero en airbus. Nada de incomodidades, de callos, de sudores. La revolución del siglo XXI viene con aire acondicionado.

En lo que va de este 2006 electoral, el Presidente de todos los venezolanos y venezolanas ha pasado dos meses fuera del país, recorriendo el mundo ancho y ajeno.

Para alguien nacido en Sabaneta de Barinas no está nada mal. Una vez reelecto, como pretende, podrá seguir llevando su mensaje a Hawai, Finlandia, Camboya, las Islas Fiji, Lituania, Congo y Yemen; algunos de los destinos que la gesta le señala. Nada hace presumir un desplome de los precios del crudo.

A este ritmo de trotamundos en el 2013 habrá pasado dos años largos de aquí para allá, con paraditas en La Habana. Si llega al 2021, como sueña, habrá cumplido un período constitucional de aquellos de antes en estas agotadoras jornadas internacionales.

Con Chávez manda el jet. Ahora el mundo es de todos. La revolución es bien bonita.