Wednesday, September 13, 2006

Las barbas en remojo

Opinión
Guaicaipuro Lameda Montero
El Universal


TODO AQUEL QUE SE CREA dirigente de la revolución bolivariana tiene sobradas razones para "poner sus barbas en remojo" ya que las "llamaradas de Chávez" se aprestan para incinerar todo aquello que pueda competir contra su ego y su ambición personal. Varias han sido las etapas que ha quemado Hugo Chávez en su proceso para consolidarse en el poder. Ahora, se avecina una nueva etapa y ha advertido su propósito: Presidencia indefinida y un solo partido político.

Estos dos planteamientos, puestos juntos con el control que ejerce sobre los cinco poderes públicos se erigen como la más absoluta negación de la democracia, de la libertad de organización, de la negociación como mecanismo para la solución de conflictos e incluso de la crítica o la disidencia ante las acciones equivocadas de aquel a quien se le ofrece apoyo.

Así pues, de consolidarse estos dos propósitos, morirá definitivamente la democracia en Venezuela y con ello serán defenestrados todos aquellos dirigentes políticos que creyeron impulsar una causa revolucionaria por el bien de la democracia y desde su ostracismo deberán comprender que sólo fueron "unos útiles temporales" para saciar la megalomanía y el narcisismo de un caudillo locuaz.

Pasamos la etapa de 1998, cuando los venezolanos entusiasmados por una posibilidad de cambio radical en la dirigencia política del país votaron por Hugo Chávez bajo el convencimiento que con ello coronarían su aspiración; hoy, decepcionados y avasallados luchan por liberarse de una inmerecida dominación a la cual no le ven final.

También pasamos la etapa de un gobierno con una participación política plural, cuando compartían el poder diferentes corrientes y personajes independientes que colaboraron con Hugo Chávez; la culminación de esta etapa barrió con la pluralidad política, con los independientes y hasta con una porción importante de la militancia de izquierda; se desvaneció el llamado polo patriótico para abrirle paso a nuevas denominaciones que sólo tienen el propósito de cerrar el cuadro político para dejarlo bajo control absoluto de Hugo Chávez.

Entre tanto, el control hegemónico de los poderes públicos ha dejado a los partidos políticos sin ninguna opción para causar efectos reales en la conducción del país, mientras Hugo Chávez los usa como mecanismo de legitimación democrática.

Así pues, si usted es uno de los que todavía cree en la revolución bolivariana o en el socialismo del siglo XXI: DESPIERTE AHORA, mañana podría ser tarde, pues esas etiquetas usadas por Chávez no son más que la máscara de una etapa que está por terminar y pronto usted dejará de ser útil al propósito del tirano, quien terminará por erigirse como presidente sin límites en tiempo y en campo de actuación. Para ello proscribirá los partidos políticos y dejará uno solo con una sola línea política.